Estas torrijas de frutillas al rhum se hacen con pan de unos días atrás y se sirven recién preparadas en la mesa. Muy sabrosas y prácticas, llevan la combinación de las frutillas frescas y el aroma potente del rhum. También quedan muy bien con otros frutos rojos.
Receta para realizar las Torrija de frutillas al rhum
Ingredientes
- 2 cucharadas de azúcar
- 500 gramos de frutillas
- 1 copita de rhum
- 250 centímetros cúbicos de leche
- 3 huevos
- 2 cucharadas de azúcar
- Medio kilo de pan en rebanadas (puede ser tactal o tipo panadería)
- Manteca, en cantidad necesaria
Preparación
Lavar bien las frutillas y retirarles el cabito. Escurrir y reservar.
Colocar en una cacerolita el agua y las 2 cucharadas de azúcar. Cocinar a fuego mínimo hasta que se forme un almíbar. Integrar las frutillas a este almíbar y cocinarlas durante 5 minutos. Agregar la copita de rhum. Revolver todo e integrar. Apagar el fuego y reservar.
En un bol aparte mezclar 250 centímetros cúbicos de leche, 3 huevos y dos cucharadas de azúcar. Reservar
Tomar las rebanadas de pan, pueden ser de pan “nuevo” o de varios días anteriores, de igual modo es lo mismo si es pan lactal o de panadería. Mojar el pan en la mezcla de huevo. Calentar manteca en la sartén y freír las rebanadas de pan de ambos lados.
Servir las rodajas de pan frito bañadas por la salsa de frutillas al rhum.
Se pueden acompañar las torrijas de frutillas al rhum con crema de leche.
También se puede hacer el postre con otras frutas.
El origen de las torrijas…
Las torrijas son unas tostadas dulces y es un postre típico de las celebraciones de Semana Santa en España. Se trata de una rebanada de pan (no fresca, sino de varios días) la cual, una vez empapada en leche o vino o miel, se la perfuma con especies, luego se la reboza en huevo y se la fríe en aceite. Se puede combinar con varios ingredientes para darle sabor dulce como canela, azúcar, licores, almíbar, miel, frutas y demás. Tiene un origen humilde y un contenido híper calórico, justamente relacionado con el tiempo de Cuaresma en que los católicos dejan de comer carne.