Torrijas de banana y miel

Torrijas de banana y miel

Es el turno de estas facilísimas torrijas de banana y miel, una de las recetas dulces que se adapta tanto para merienda como para postre. Se hace muy rápido y gustará mucho a los amantes de la repostería clásica pero con toques novedosos. Una versión de torrija de dos unidades que, por supuesto, ustedes pueden hacen en la cantidad que les gusten ¡Los sorprenderá los pocos ingredientes que se utilizan y lo ricas que son!

Receta para realizar las torrijas de banana y miel

Ingredientes

  • 2 rebanadas de pan viejo
  • 150 ml de leche común
  • 1 huevo
  • 1 pizca de canela
  • 1 cucharada de miel
  • Unas gotas de jugo de limón
  • 50 gr de manteca clarificada (ghee)

Preparación

En el comienzo de la elaboración de las torrijas de banana y miel batir bien la leche con el huevo y agregar lentamente la miel junto con la pizca de la canela.

Aparte tostar las rebanadas de pan viejo y mojarlas completamente con la mezcla que acabamos de armar en el bol. Cocinar cada una de las tostadas de un lado y del otro en una sartén con bastante manteca clarificada.

Una vez que las tostadas estén doradas sacarlas del fuego y espolvorearlas con el azúcar impalpable.

Cortar en una tabla las bananas y mojarlas con unas gotas de jugo de limón para que no se pongan negras.

Otra alternativa para seguir sumando recetas dulces es utilizar en vez de bananas cualquier otra fruta de estación que combine bien con la miel, puede ser peras, duraznos o manzanas verdes y rojas.

Para hacer la manteca clarificada: Este ingrediente se obtiene en las casas de repostería. Si la queremos preparar nosotros mismos con manteca común debemos calentarla a baño maría hasta que quede dividida la manteca propiamente dicha del suero. Se deja estacionar el recipiente y quedará en el fondo el suero. Para que vuelva a solidificar se lleva a la heladera, en donde volverá a la consistencia inicial. Una vez frío y firme, se hace un orificio en la manteca que está en la parte superior para que el suero salga. Llevar el recipiente, ya sin el suero, nuevamente al calor del baño María. Se repite la operación todas las veces que sea necesaria hasta que al calor no presente más suero

 

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