Los macarons de colores son ideales para las fiestas infantiles por lo llamativos que resultan. Estos bocaditos tan distintivos con acento francés, no sólo son un placer a la vista sino que además son deliciosos.
Receta para hacer unos vistosos macarons de colores
Ingredientes
- 2 claras de huevo
- 80grs. de polvo de almendras
- 80grs. de azúcar impalpable
- 70grs. de azúcar
- 20ml. de agua
- Colorantes en gel
- Crema pastelera para el relleno
Preparación
El primer paso será tamizar el azúcar con el polvo de almendras.
Después colocaremos una clara en un bol y la otra en el recipiente donde haremos el merengue.
En el primer recipiente, debemos colocar el colorante del color con el que vayamos a teñir las tapas de los bocaditos, y mezclar bien con el polvo tamizado.
Después necesitamos hacer un merengue. Para ello, tenemos que preparar un almíbar con el agua y el azúcar hasta que alcance los 116 grados.
Una vez alcanzada esta temperatura, tenemos que montar la otra clara. Cuando deje de hacer espuma, le vamos a ir añadiendo en forma de hilo el almíbar.
El punto del merengue tiene que ser intermedio. Ni muy suave, ni muy rígido.
Posteriormente, se incorpora el merengue a la mezcla de azúcar y almendra con movimientos suaves y envolventes hasta conseguir una masa lisa pero no muy líquida, ya que después habrá que llevarla a una manga para poder darle forma circular a las tapitas sobre una plancha siliconada.
En este paso lo primordial es hacer los círculos del mismo tamaño para que la cocción no resulte despareja.
El próximo paso será el secado. Deberán reposar durante 2 horas antes de llevarlos al horno.
Una vez pasado el tiempo de secado, vamos a introducirlos a un horno que tiene que estar a 140 o150 grados.
Cocinamos por un lapso de 10 minutos aproximadamente, cuando empiezan a desprenderse sin pegarse sobre la plancha.
Una vez listos, sacar inmediatamente, ya que un exceso de cocción los dejaría secos.
Ahora bien, esta receta es para realizar de a un color, pero utilizaremos el mismo procedimiento para cada uno de los tonos que queramos darle a nuestros bocaditos.
Para rellenarlos, sólo hará falta teñir una rica crema pastelera del mismo color que las tapitas y listo.
Pero las opciones de relleno son mucho más amplias si se quiere. Por ejemplo, puede usarse ganache de chocolate, o cremas de diferentes sabores.
Los macarons de colores quedan más vistosos cuando el relleno y la superficie tienen la misma tonalidad, pero también se pueden ir mezclando a gusto de cada uno o dependiendo de la ocasión.
Las posibilidades de color son casi infinitas. Eso sí, la receta en sí debe seguirse al pie de la letra para minimizar errores y lograr la consistencia deseada.
¡A disfrutarlos!