Licor de Huevo

Licor de Huevo

El Licor de Huevo, también conocido como Rompope, puede beberse como un aperitivo o usado como ingrediente en ciertas recetas de  repostería. ¡Probalo!

Receta Licor de Huevo

Ingredientes

  • 6 yemas
  • 2 tazas de leche
  • 2 tazas de alcohol fino
  • 2 tazas de azúcar
  • 1 cucharada de esencia de vainilla

Preparación

  1. Batir las yemas hasta lograr una textura cremosa.
  2. Paralelamente, añadir en una cacerola la leche junto con el azúcar. Llevar al fuego y dejar que rompa el hervor.
  3. Llevar a fuego fuerte durante 5 minutos revolviendo constantemente.
  4. Una vez logrado el almíbar, verterlo rápidamente sobre  las yemas sin dejar de batir, hasta que la preparación  tome temperatura ambiente (de esta manera se cocinan las yemas evitando el riesgo de salmonella)
  5. Volcar  la mezcla en un frasco de vidrio de boca ancha, y llevarla a la heladera hasta que adquiera frío.
  6. Una vez fría, agregarle el alcohol y la vainilla.
  7. Cerrar el frasco y removerlo.
  8. Dejar macerar el licor durante un mes en un lugar fresco y oscuro, agitándolo periódicamente.
  9. Una vez transcurrido este tiempo, filtrar y embotellar.

Origen Licor de Huevo

Considerados como “bebidas para el espíritu”, los licores datan de la Edad Media.

La historia más divulgado del  licor de huevo específicamente, es que nació en los conventos de las  monjas Clarisas, quienes tenían mucha experiencia alojando a figuras importantes de la sociedad y a las que les preparaban manjares culinarios, entre ellos, el “rompope”.

Si bien inicialmente este licor solamente se fabricaba en los conventos, y no podía ser consumido por las monjas que lo elaboraban,  poco a poco su sabor se fue haciendo tan aceptado que las familias de las monjas decidieron comercializarlo, convirtiéndolo en un sustento para la congregación.

De esta forma, se expandió hacia muchos países del mundo que se disputan su creación, y aunque ya es un clásico y sus ingredientes básicos bien conocidos,  se dice que la receta original de este licor, o al menos un ingrediente, no ha logrado atravesar los muros de los conventos.

 

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