El arrollado de cerezas es un postre que resulta muy sencillo de hacer.
Es importante esperar a la época de cosecha para que el sabor resulte bien intenso, y sea una tentación irresistible para todo aquel que se siente a la mesa.
Receta para hacer un arrollado de cerezas
Ingredientes
Para el pionono
- 6 huevos
- 6 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de cacao
- 1 pizca de sal
Para el relleno
- 300grs. de cerezas
- 350cc. de jugo de naranja
- 20grs. de almidón de maíz
- 100cc. de licor de naranja
- 300cc. de crema de leche
- 2 cucharadas de azúcar
Para la cobertura
- 300grs. de chocolate
- 300grs. de crema de leche
Preparación
El primer paso será realizar el pionono, para lo que será necesario batir a punto letra los huevos con el azúcar para luego agregar la harina tamizada junto al resto de los ingredientes secos.
Mezclar bien para que no quede ningún grumo; y volcar sobre una placa previamente forrada con papel manteca enmantecado y enharinado.
Llevar a horno a temperatura fuerte por unos10 minutos.
Una vez listo, retirar, dejar enfriar y sacar el papel con cuidado.
Para que conserve la humedad mientras preparamos el relleno, reservarlo enrollado dentro de un paño húmedo.
A la hora de realizar el relleno, limpiar y descarozar las cerezas, colocarlas en una olla junto con el jugo de naranja y, a fuego suave, cocinar hasta que hierva.
Agregar luego el almidón disuelto en el licor o en un poco más de jugo de naranja y mezclar.
Cocinar hasta que espese y dejar enfriar.
Para el armado, batir la crema con el azúcar a punto chantillí y cubrir la superficie del pionono; distribuir por encima las cerezas con apenas hilos de su jugo; enrollar y llevar a la heladera.
Mientras se enfría y toma cuerpo, vamos a preparar la cobertura, que consiste sencillamente en llevar a hervor la crema, y volcarla sobre el chocolate picado.
Integrar y dejar enfriar.
Una vez firme, cubrir el arrollado con la ganache; decorar haciendo surcos con un tenedor; y espolvorear con azúcar impalpable.
El arrollado de cerezas estará listo para llevar a la mesa bien frío, para disfrutarlo como un rico postre o para deleitarse durante una tarde de té.