Pocas recetas combinan tan bien con el dulce de leche como los Alfajores de Maicena; un invento que dice ser argentino y cautiva a quienes visitan el país y disfrutan de un postre bien dulce y empalagoso.
Pueden ser pequeños o grandes, “alfajorcitos” como se les dice tiernamente; los alfajores de maicena son un clásico de cumpleaños y celebraciones y una oferta obligada para confiterías y panaderías.
Receta Alfajores de Maicena
Ninguna receta es difícil si nos animamos a prepararla, los alfajores de maizena receta argentina son muy fáciles de preparar y son ideales para la merienda de los más chicos.
Ingredientes para Alfajores de Maicena
- 300g de almidón de maíz
- 2 huevos
- 170g de harina leudante
- 1 medida de esencia de vainilla
- 250g de manteca pomada (a temperatura ambiente)
- 170g de azúcar
- 500g de dulce de leche
- Coco rallado
¿Como Hacer Alfajores de Maicena?
- Mezclar la manteca pomada con el azúcar e incorporar los huevos de a uno. Añadir la esencia de vainilla.
- Tamizar la harina leudante y el almidón de maíz e incorporar a la mezcla anterior.
- Mezclar y amasar hasta lograr una masa suave y lisa. Envolverla en papel film y dejarla reposar en la heladera por aproximadamente 2 horas.
- Una vez pasado el tiempo, retirar de la heladera y estirar sobre una superficie plana espolvoreada con harina.
- Cortar en forma redonda (con algún molde cortante de cocina) de 2cm de diámetro aproximadamente.
- Llevar a horno pre calentado a 180°C en una fuente enmantecada y enharinada. Cocinar solo por 8-10 minutos, retirar del horno y dejar enfriar las tapitas fuera de la fuente (sino después es imposible despegarlas)
- Una vez frías las tapas de los alfajores, rellenar con dulce de leche emparejando los bordes y pasarlos por coco rallado.
- ¡Listo! A disfrutar de unos exquisitos alfajores de maicena.
*Para que las tapas no queden duras o crocantes es muy importante el tiempo de cocción con el horno caliente. Debemos estar atentos y que no se doren ni un poquito, la masa tiene que salir blanca del horno y suave, que se deshaga en la boca.
Historia del Alfajor
El alfajor es un dulce tradicional en varios países latinoamericanos, especialmente en Argentina; se trata de dos “galletas” que se usan como tapas para distintos rellenos, por ejemplo el chocolate, el dulce de leche, el membrillo, etc.
El origen de la palabra alfajor es árabe, se dice “al hasú” y significa relleno. Se cree que con la ocupación árabe del continente europeo el alfajor llegó a Latinoamérica de la mano de los inmigrantes.
Técnicamente no es un invento latinoamericano, sino que es más antiguo. En el siglo VIII se introdujo en España debido a la invasión de los musulmanes en la península ibérica; la influencia de la cultura árabe en Europa es fuerte y no solo desde el ámbito culinario.
Sin embargo es necesario aclarar que el alfajor al que se hace referencia aquí es distinto al alfajor de origen árabe; esto es un tema de discusión constante ya que el alfajor argentino es una versión propia de un dulce que podría haber llegado de Europa.
Alfajores Argentinos
En Argentina sin dudas es donde más se desarrolló el alfajor y más variantes tiene; fue adoptado rápidamente por la gente y se cree que la cultura del “alfajor” tiene más de 130 años en ese país.
Es tanta la fijación de este dulce que cada provincia y ciudad tiene sus alfajores “autóctonos” con recetas que pasan de generación en generación y son un atractivo turístico allí donde vayamos.
Las grandes marcas de productos alimenticios y de dulces supieron aprovecharse de esta adoración de los argentinos por el alfajor y comercializan hoy en día una gran gama de alfajores con sabores que varían muchísimo e incluso emulan otros postres que todos conocemos.
El alfajor en argentina es un tema cultural, es el equivalente al mate en lo que respecta a infusiones. Desde pequeños en argentina le toman cariño al alfajor y es el acompañamiento perfecto para las largas horas en el colegio.
«Alfajorcito» de Maicena
El alfajor de maicena original es pequeño y simpático y esto no es una casualidad, sino que se debe a lo empalagoso que es, de todas formas, hoy en día las panaderías y confiterías preparan versiones grandes de este alfajor, ideales para compartir.
Los alfajores de maicena lograron posicionarse como un dulce de calidad y preparación casera, siendo mucho más populares en panaderías que en quioscos junto con sus congéneres de producción masiva.
Hay competencias culinarias en Latinoamérica que premian a los que mejor preparan alfajores, poniendo el foco en el sabor, la creatividad y el respeto por recetas originales que vienen de hace muchos años de familias y regiones.
Cuando preparen los alfajores no solo van a estar preparando un dulce, van a estar homenajeando a esos pasteleros que se arriesgaron a crear recetas sin saber lo que iban a despertar en la gente, como en el caso de los alfajores, una pasión argentina.